LA PLACE DU CENTRE

PLAZA DEL CENTRO Fue el centro de la vida comercial desde la Edad Media con su pozo público de Cholet, cerca de la fábrica de sombreros de Notre-Dame de la Pitié y no lejos del molino prieural y del horno ban. Denominada Place du Centre en 1946, pero conocida anteriormente como Place de la Bascule desde que se instaló allí la pesa pública en 1912, que existió hasta 1970. Esta báscula se instaló gracias a las suscripciones de los habitantes. Los beneficios obtenidos de su uso hicieron que pronto se reembolsara a los suscriptores y la báscula pasó a ser comunal. Durante este tiempo, se amplió la plaza y se construyó un hotel-restaurante con establo propio. Con el tiempo, la plaza perdió importancia en favor de la Place de l'Église Madame. LA RUE DE L'ABBE BACONNAIS Ya llamada en la Edad Media Grand-Rue o rue Haute o incluso más tarde rue Principale, justifica así su importancia en los siglos anteriores. Antes de la Revolución, estaba bordeada por 3 capellanías: las de Saint-Martin, Saint-Hervé y Saint-Esprit. Estas capellanías eran propiedad de ricos propietarios en las que el "cura, capellán mantenido" celebraba misas por los difuntos de las familias fundadoras. No eran ni capillas ni lugares de culto, sino simples casas de tejas con jardines y dependencias. Las casas de la calle pertenecían todas a la priora, al igual que casi todas las casas del pueblo. En ellas vivían artesanos, barqueros y pequeños comerciantes... Algunas de estas casas, hoy renovadas, figuran entre las más antiguas de Moutiers. Después de la Revolución, la calle albergó numerosos comercios: tiendas de ultramarinos que vendían todo lo necesario para la vida cotidiana, una zapatería, una carnicería, una panadería, una posada y un hotel... A partir de la década de 1860, la calle se transformó al derribarse casas bajas muy antiguas y sustituirse por edificios más "burgueses". Pero en la segunda mitad del siglo XX, su intensa vida decayó en favor de la plaza de la iglesia y sólo quedaron algunos comercios y la oficina de turismo. Su nombre rinde homenaje al abate Baconnais, nacido en Moutiers en 1821, descendiente de una antigua familia del monasterio, ya que su abuelo fue el último fiscal de la priora y el señor de Bois-des-Trehans antes de la Revolución. Nunca fue párroco, pero su amor por su tierra natal era tal que se retiró allí en 1884. Alarmado por las tormentas que arrasaban los diques y las dunas, alertó con vehemencia a las autoridades nacionales, pero sin éxito. Entonces decidió, como muestra de su devoción por este municipio, consultar todos los archivos eclesiásticos para escribir la historia de este lugar que tanto amaba y dar testimonio de su estado en 1889. Con estos fondos restauró la iglesia de Prigny, la linterna de los Muertos, la estatua de la Virgen, el Calvario de la Cruz e hizo un legado para asegurar una cama perpetua en el hospicio de Bourgneuf para un enfermo de Moutiers. Murió en 1897 y está enterrado en la tumba familiar del cementerio del pueblo. * Extracto del libro de Monique Albert "Flâneries aux Moutiers-en-Retz".