L'HISTOIRE DU PORT DU COLLET

En el siglo XII, el mar había abandonado los contornos originales de Bourgneuf y se había retirado mar adentro. Esto condujo a la formación de un islote en medio de la marisma: había nacido el Collet. Este islote se formó probablemente por el encuentro de dos corrientes: la del estuario del Millac que unía Prigny con el océano y la segunda corriente procedente de las aguas que volvían de Bourgneuf. En una carta marina de 1313, encontramos por primera vez la mención de Le Collet en Bourgneuf, municipio al que estaba adscrito Le Collet. Le Collet era un importante exportador de sal, que se producía en las salinas de la costa. La reputación de la sal de Le Collet estaba consolidada desde hacía mucho tiempo. Los normandos eligieron nuestra costa para su primer desembarco. Necesitaban nuestras salinas. La sal era entonces una mercancía tan importante como lo es hoy el petróleo. Pero fue sobre todo después de la Guerra de los Cien Años cuando Le Collet despegó. A finales del siglo XV, más de 200 barcos cargaban en la bahía de Bretaña con destino a los puertos del mar Báltico, grandes consumidores de sal. Le Collet es, de hecho, el puerto de salida de Bourgneuf, que se había encenagado demasiado. Esta actividad garantizó una prosperidad que aún se refleja en las últimas hermosas casas de armadores construidas en Bourgneuf-en-Retz. Le Collet era el primer exportador de sal de Francia, o al menos de Bretaña en aquella época (1532: adhesión al reino de Francia). Poco a poco, el encenagamiento de la bahía provocó el fin de las exportaciones de sal desde el Port du Collet (hacia el siglo XVIII). Hoy en día, Le Collet es un pintoresco puerto ostrero con algunas plazas para embarcaciones de recreo. La esclusa del Collet Última muralla ante el océano, la esclusa se construyó hace más de 100 años. En 1995, corría peligro de derrumbarse. Era urgente reconstruirla antes de que el agua del mar invadiera las marismas. En 1997 comenzaron las obras de remodelación del puerto, las carreteras y las vías navegables. El objetivo era embalsar los estuarios de Falleron y Millac para permitir la ampliación del puerto deportivo. Se desmanteló la esclusa y se construyó otra más eficaz un poco más arriba, en las marismas. La puerta y el mecanismo de la antigua esclusa se han vuelto a montar en el patio del Museo del País de Retz, en Bourgneuf-en-Retz/Villeneuce-en-Retz, para conservar un recuerdo de este monumento. La antigua esclusa ha sido sustituida por una pasarela que ofrece una magnífica vista de la bahía de Bourgneuf. La casa del esclusero Construida en 1881 al mismo tiempo que la antigua esclusa, servía de vivienda al esclusero. Su cafetería era muy popular entre los pescadores, los trabajadores de la sal, pero también entre escritores y poetas. Hoy en día, la Casa del Esclusero es un restaurante apreciado por su entorno.