VISITE DE LA BASTIDE DE MONTRÉAL DU GERS

El nombre de la ciudad, Montréal (o "Montroyal"), recuerda el origen real de esta bastida fundada en 1255 por Alfonso de Poitiers. Construida en la roca sobre un promontorio que domina el pequeño valle del Auzoue, desempeñó un papel estratégico como esclusa entre los dominios francés e inglés durante la Guerra de los Cien Años. De su pasado, Montreal-du-Gers conserva un rico patrimonio: recinto fortificado, puerta ojival de la ciudad, casas con entramado de madera, una plaza rodeada de sólidas arcadas de piedra y estrechos pasadizos que conducen a los diferentes bloques de la bastida Para descubrir el pueblo por su cuenta, tome la hoja de ruta disponible en la Oficina de Turismo, la "Fabrique à Souvenirs". Déjese sorprender por este lugar de descubrimientos que revela 4 salas con una decoración original, ofreciendo un mosaico de actividades esenciales de la región: juegos temáticos, inmersión en el viñedo de Armagnac-Gascony, recetas locales, tienda de recuerdos... Agradable para vivir, el pueblo también se beneficia de una ubicación privilegiada en el corazón de los viñedos que producen Armagnac y Floc de Gascogne. Montreal-du-Gers también debe su fama a la cercana villa galo-romana de Séviac. El visitante se encuentra ante un inmenso palacio rural en el que se han descubierto habitaciones en hilera, columnatas de mármol, galerías abiertas a jardines, suntuosos baños y pavimentos de mosaico. Únicos en Europa por su número, sus colores y su estado de conservación, estos mosaicos se despliegan como suntuosas alfombras decoradas con flores y follaje, vides y uvas, pájaros y soles girando. Una visita obligada Visitas para grupos previa reserva.