Chapelle Notre-Dame de Beauregard

Este antiguo oppidum celto-ligur fue un centro religioso bien antes de la era cristiana, como atestiguan los numerosos restos de cultos tales como los alteres galo-romanos expuestos en la actualidad en el museo lapidario de Aviñón. Honraban a las divinidades grecorromanas. En 1878 el canónigo Bonnard, cura deán de Orgon, hizo edificar en el emplazamiento del antiguo lugar de culto la capilla actual. Albergó una estatua de madera de la Virgen que tuvo un destino milagroso: tras haber sido tirada por el precipicio el 8 de septiembre de 1562 por el Barón de Adrets, permaneció intacta y solo hay una marca en el meñique del niño Jesús. Un monumento expiatorio, edificado en los jardines, conmemora ese milagro. Otros milagros ocurrieron posteriormente. Los fieles dedicaron exvotos y organizaron numerosas peregrinaciones y procesiones por el chemin des Oratoires. Esta estatua se encuentra en la actualidad en la iglesia parroquial. El Vía crucis de la capilla es obra de un famoso escultor del siglo XIX Louis-Félix Chabaud. Las cúpulas de piedra de sillería, perfectamente ajustadas al molde según una técnica desaparecida hoy en día, son testigo de un saber hacer arquitectónico de los artesanos del siglo XIX. El Monasterio, que sustituyó a la ermita secular, fue construido entre 1638 y 1660 y acogió hasta 1789 a los Agustinos Descalzos. En él se visita la sala de los exvotos, el museo aldeano y exposiciones temporales. En el recinto fortificado de 1592, la monumental cruz de la cofradía de los penitentes grises de Aviñón, que recibió el 20 de agosto de 1903 la bendición del Papa Pío X, evoca el fervor religioso de los fieles.