Jardin du Haricot de Soissons

Hay dos versiones para el gourmet: salada y dulce. Desde el haba seca hasta el delicioso hojaldre crujiente de chocolate y turrón, pasando por la crema de haba que da un toque muy fundente a todos los pasteles, no hará más que hacer boca. Una auténtica delicia. Aquí se cuenta la leyenda de este pastel. A finales del siglo XIX, el vigilante de la catedral de Soissons, llamado Le Paon, nunca abandonaba la cima de la torre. Vigilaba la ciudad y los incendios mientras trabajaba como zapatero. Para alegrar su tarima de piedra, empezó a plantar judías, cuya consiguiente producción le permitió ofrecer a los turistas pequeñas bolsas de judías, mientras decía que tenía que ser zapatero