Beffroi de Bailleul

El campanario, de 62 metros de altura, es una enorme torre de ladrillo amarillo de estilo neorrenacentista flamenco. Reconstruido tras los bombardeos de 1918, del edificio original sólo queda una sala gótica del siglo XII. Una exposición de postales recuerda a los visitantes que Bailleul quedó casi totalmente destruida durante la Primera Guerra Mundial. Tras subir 200 escalones, se llega a un balcón que ofrece una magnífica panorámica de la llanura de los Montes de Flandre. El campanario está coronado por un campanario bulboso, en cuya cúspide la sirena Mélusine, veleta y símbolo de la ciudad, se encarga de vigilar la ciudad.