La Chapelle Saint Vincent de Paul se encuentra en el linde del bosque de Vackenberg, en una propiedad privada con acceso autorizado. Originalmente, la capilla era simplemente un lugar de descanso dedicado al Santo de los Pobres, construido en 1832 por Georges Gast y Marie-Anne Seiller, su piadosa esposa. Muchos vecinos acudían a presentar sus respetos. El lugar de descanso, que era demasiado pequeño, se amplió y se convirtió en capilla en 1947. Fue bendecida por el párroco Wittman, quien pidió a Aloïs Basile Meujan, obispo de Nancy, que la bendijera. En el interior de la capilla se pueden admirar las vidrieras de la antigua iglesia de Guntzviller, destruida durante la Segunda Guerra Mundial, un cuadro sin firmar de San Vicente rescatando niños y varias estatuas.
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