Le cirque romain

El monumento romano más amplio, el circo, solo podía situarse fuera de la ciudad. Al suroeste de la ciudad, al borde del Ródano es donde fue edificado en el siglo II. Servía esencialmente para las carreras de caballos y de carros, pero también a veces para combates de caballería y venationes, especie de persecuciones de caza. Su construcción no debió de ser muy fácil. Considerando la naturaleza inestable del terreno, debió ser edificado sobre miles de estacas de madera. De sus materiales y decoraciones, repartidas al final del Imperio, solo quedan unas pocas piezas. Algunas han servido para ser reutilizadas, otras están expuestas en el museo departamental Arles antiguo. Su decoración más suntuosa es sin embargo muy famosa: se trata del obelisco instalado en el siglo XVII delante del ayuntamiento. El circo de Arles medía 450 metros de largo y 101 metros de ancho. Incluía gradas que podía acoger a 20.000 espectadores y a una amplia arena apisonada, dotada de una larga separación central, la spina (la "espina"). Esta, decorada con esculturas y fuentes, se terminaba en ambos extremos con mojones (o metae) por los competidores se esforzaban en pasar cuanto más cerca mejor. La pista estaba rodeada por un muro (el podio), suficientemente alto para proteger a los espectadores. Las gradas reposaban sobre una estructura arquitectónica modular de habitaciones cerradas por bóvedas rampantes, bastante cercana a la de un anfiteatro. Por la inestabilidad del suelo arcilloso, fueron necesarios unos cimientos historiados. Estaban compuestos por 30.000 estacas de madera de 2 a 3,50 metros de largo. En la actualidad, solo están visibles más abajo del museo, restos de la substrucción de la cavea (gradas) del exterior de la spendone, parte redondeada del circo. El circo romano de Arles fue edificado en el 149 a.C. y representa la extensión urbana más importante de esta época. Esta datación muestra que los acondicionamientos de la época flavia se siguieron realizando bajo el emperador Antonino Pío, en el apogeo del Imperio. Una drástica reestructuración del edificio tuvo lugar en el siglo IV. Las excavaciones muestran que la spina fue destruida en parte y reestructurada con un nuevo decorado de placas de mármol y un obelisco. Aparecen pequeñas habitaciones en torno al circo y en los alvéolos en el siglo V, cuando aún se celebran carreras. A mediados del siglo VI el monumento será destruido cuando se necesitaron piedras para reforzar las murallas de la ciudad. Las crecidas del Ródano pronto rellenaron el emplazamiento con aluviones y los restos del circo no se exhumaron hasta el siglo XVII y XIX, antes de ser excavados en profundidad en el siglo XX.