L'invention de l'agriculture et toutes ses conséquences

Hace 10.000 años... La arqueología ha dejado de ser un pasatiempo, una búsqueda del tesoro o una acumulación más o menos aburrida de escombros. Al contrario, nos permite reflexionar sobre las trayectorias de las sociedades del pasado, cuando no del presente. El Neolítico, la invención de la agricultura sedentaria hace 12.000 años, de forma independiente en distintas partes del mundo, fue la ruptura más radical de la historia de la humanidad. Conllevó un crecimiento exponencial de la población y, por tanto, una carrera por el progreso técnico para alimentar a más y más personas en un planeta finito, una exacerbación de las tensiones entre comunidades ahora territorializadas, un aumento sin fin de las desigualdades sociales y, por último, una degradación constante del medio ambiente... inaugurando lo que hoy se conoce como el Antropoceno. Pero, ¿era todo esto inevitable? ¿No tomaron algunas sociedades del pasado decisiones diferentes? Y al final, ¿hizo la agricultura infelices a los seres humanos o, como todos los inventos, es sólo lo que los humanos hacen de ella?