ÉGLISE SAINT-NICOLAS

La iglesia de Saint-Nicolas fue construida en el siglo XIII, cuando Thiebaut I de Bar decidió construir un castillo en Marville, en el espolón rocoso que domina la confluencia de los ríos Othain y Crédon. Originalmente una iglesia de salón rectangular sin crucero, fue ampliada hasta el siglo XVI con la adición de seis capillas. Al sur, la doble capilla del Día y de la Aurora, actual capilla de la Virgen, data de 1472. La capilla de la Santa Cruz o de San José, ya de estilo renacentista, data de 1517. Al mismo tiempo, al norte, se construyó la capilla de Notre-Dame-des-Pelletiers en 1479, la capilla de Sainte-Fine, un poco más tarde, la capilla del Santo Sepulcro y, finalmente, la capilla de Saint-George o Saint-Antoine que data de 1536. El portal principal fue reconstruido a principios del siglo XV y el rosetón que se encuentra sobre él probablemente en el siglo XIX. En 1766, el campanario a dos aguas fue destruido por un rayo y sustituido por el actual campanario barroco. Parte del techo norte de la nave también fue destruido por el fuego e inmediatamente reconstruido en una sola pieza La iglesia de Saint-Nicolas contiene muchos tesoros, entre ellos una Virgen con el Niño del siglo XIV, numerosas y elaboradas claves de bóveda, un desván de órgano ricamente decorado de la época renacentista y dos vidrieras del artista de Nancy Jacques Grüber A principios del siglo XXI, la iglesia se encontraba en un estado de deterioro, no sólo en lo que respecta al edificio, sino también a la estructura del tejado y la cubierta. En efecto, debido a la falta de mantenimiento, numerosas entradas de agua en el tejado dañaron la estructura con el paso del tiempo. La estabilidad del edificio se vio socavada por el mal drenaje de las lluvias y aparecieron grietas en las paredes. Sin una intervención rápida y eficaz, la iglesia de San Nicolás no habría sobrevivido a este siglo Una importante campaña de obras llevada a cabo entre 2014 y 2018 por el municipio con el apoyo del Estado, la Región del Gran Este y el Departamento del Mosa lo salvó y permitió recuperar su brillo.